Por Juan Luna
Bueno, vamos con Quique, uno de los referentes musicales en este extraño país. Quique, al que algunos etiquetan de cantautor, es, ante todo, un roquero. O un músico, que viene a ser lo mismo, que bebe directamente de las fuentes del rock americano más clásico para luego tamizarlo con el poso del pop-rock español más estiloso. Quique le canta a la noche, a las camareras, a los boxeadores, a las grupies, a las carreteras y a los coches. A los perdedores. También al amor, pero, sobre todo, al desamor. Como en este caso, donde nos habla de recuerdos, de pérdidas y de ajuste de cuentas con pasado compartido; de nudos rotos, aunque esta vez deja una pequeña rendija abierta a la reconstrucción y al reencuentro. Toda una historia concretada en cuatro estrofas; para eso hay que valer...
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