Por Juan Luna
Lo cierto es que como ya ha pasado más de un año, me he animado a repetir autor, pero vamos, es que hablamos del enorme José Ignacio Lapido, para mí el referente del rock patrio.
Y es que Lapido, nuestro poeta eléctrico, esgrime una guitarra y lanza sus dudas al mundo, desbroza el sistema y busca respuestas en los bolsillos (vacíos, claro, o llenos de llaves oxidadas de puertas de las que no tenemos noticias). Sus letras destilan desencanto y escepticismo ante un mundo donde las piezas raramente llegan a encajar; sus canciones se pueblan de perdedores sí, pero que enarbolan con presteza su dignidad y su coherencia ante los embites de la realidad (casi como él mismo, coherente con su estilo tan alejado del mayoritario criterio del mercado). Sus influencias musicales son sajonas, pero sus palabras pertenecen al reino de los inconformes.
Podría exponerte todo esto para justificar por qué he elegido esta canción, buenas razones sin duda. Como también podría volverme más pragmático y decirlo así: It's only rock and roll, but I like it!!
En cualquier caso, ahí la tenéis: El Dios de la luz eléctrica, de Jose Ignacio Lapido (de su primer disco en solitario, allá por el 99, después de una fabulosa carrera con los 091 que alimentó los sueños de mi generación en aquella Granada de los 80 y primera mitad de los 90).
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